Hola, mi nombre es Heather Sessing, y yo soy la presidenta del Grupo de las Mujeres de la Iglesia Episcopal (ECW) en la Diócesis de Oklahoma.

Ocasionalmente me preguntan si de verdad es necesaria la existencia del Grupo de las Mujeres de Iglesia Episcopal (Siglas en ingles son ECW). Creo que sí hay necesidad del dicho grupo (ECW) porque las mujeres siempre se necesitarán las unas a las otras. Parte de la misión original de Las Mujeres de la Iglesia Episcopal (ECW) era la de preparar a las mujeres en la iglesia para que algún día sirvieran como clérigos y otros roles de liderazgo dentro de la iglesia, y gracias a Dios, hemos tenido mujeres en muchos niveles de liderazgo en la misma, incluida la Obispa presidenta. Haciendo a un lado todo el progreso que las mujeres han observado en la iglesia, siempre necesitaré el amor y la guía de las mujeres que me rodean, tanto laicas como clérigos, para ayudarme a convertirme en una mejor persona y seguidora de Cristo.

Los estudios han demostrado que incluso con una mayor conectividad digital, nuestro mundo es un lugar cada vez más solitario. Sé que mientras sea parte de la ECW, estaré conectada con un grupo de personas que quieren hacer de este mundo un lugar mejor amando y sirviendo a Cristo. Para demostrar lo antes mencionado, aporto las siguientes citas: El poder curativo de la conexión humana en un mundo a veces solitario, del Dr. Vivek H. Murthy, MD, “Dar y servir a los demás no solo fortalece nuestras propias comunidades, sino que enriquece nuestras vidas y fortalece nuestros propios vínculos afectivos con la comunidad y nuestro sentido de valor y propósito”.

Entendemos lo maravillosa que es la organización del Grupo de Mujeres de la Iglesia Episcopal (ECW) porque hemos visto sus beneficios en nuestras propias vidas. Soy parte de esta organización porque alguien alguna vez se me acercó e incluyó. Como madre trabajadora de dos niños pequeños, comprendo el reto de llevar una agenda diaria apretada. Mi esperanza para este grupo es que hallemos maneras de encontrarnos con las mujeres que hacen vida o forman parte de nuestras iglesias y comunidades y enseñarles el amor y la conexión que tenemos entre nosotras. Puede que estemos demasiado conectados electrónicamente, pero el mensaje de amor y verdadera conexión siempre será útil.