Bishop Brian SeageTodos deberíamos estar familiarizados con estas palabras proferidas por Cristo al final del evangelio según San Mateo. Cristo ordena evangelizar a lo largo del mundo entero mientras nos recuerda de que no estamos solos. ¡Ciertamente, no estamos solos! Podemos encontrar el cuerpo de Cristo, alrededor nuestro y entre nosotros, durante nuestro diario vivir y en el ministerio.

En unas pocas Semanas, yo asistiré a mi última conferencia del Grupo de Mujeres de la Iglesia Episcopal (siglas en ingles ECW) como Obispo de Mississippi. Mi experiencia, ya sea como Obispo o Párroco, es que el Grupo de Mujeres de la Iglesia Episcopal siempre ha representado el cuerpo de Cristo de maneras únicas y especiales. Lo interesante, sin embargo, ¡es que lo hacen en formas variadas! El Grupo de Mujeres de La Iglesia Episcopal en una iglesia en particular no se parece al Grupo representado en otra parroquia. Por ejemplo, mientras un Grupo asociado a la Iglesia Episcopal se encarga de un ministerio especializado en la hospitalidad, otro puede estar enfocado en el trabajo comunitario. En suma, cada miembro del cuerpo de Cristo es importante. Las palabras en Corintios 1 reverberan con mucha verdad: “hay diversas maneras en que el Espíritu trabaja. Pero el mismo Dios trabaja en todas estas formas y a través de todas las personas.”

En abril, un devastador tornado paso a través de Mississippi comenzando por el Rio Mississippi y moviéndose a lo largo del estado y hacia Alabama. Destruyo comunidades mientras demolía hogares, negocios, escuelas, e iglesias. La Capilla de la Cruz en Rolling Fork, MS fue demolida. Una parte de la parroquia y rectoría fue lo único que quedo. Muchos de los residentes en Rolling Fork y miembros de la iglesia quedaron desplazados mientras aguardaban por las reparaciones y esfuerzos de reconstrucción de sus comunidades. Estoy honrado por la gran cantidad de oraciones y donaciones para asistir a esta preciosa comunidad en este momento tan vulnerable. Dicho esto, quizá uno de los aspectos más enternecedor vino de la Capilla de la Cruz del Grupo de Mujeres de la Iglesia Episcopal (ECW).

El Grupo de Mujeres de la Iglesia Episcopal practica un poderoso e importante ministerio. Yo estaré por siempre agradecido por sus actos de amabilidad y apoyo. El suyo es un ministerio fiel que es vibrante y fresco. Estoy agradecido por el Episcopado que compartió y la presencia de nuestro Señor que tan aptamente representan.

Brian Seage

10th Bishop of Mississippi