St. George Food Bank
Archdeacon Lois Maberry Episcopal Diocese of Western Louisiana and assigned to St. George Episcopal Church, Bossier City, LA
St. George is a small parish located in Bossier City, Louisiana, and geographically located one block from an interstate highway. Our church is also situated between two local motels that have become long-term rental motels. Because of the considerable number of transient friends and those who have limited cooking facilities living in the area, St. George began a food bank for special needs approximately 15 years ago.
Large quantities of staples and canned food are not needed by our frequent guests. They do not benefit from the conventional food banks in the area. We realized that there is a need for more individually packaged foods in easy-to-open containers. We have stocked our pantry with foil-packaged tuna, microwave pasta dishes, pop-top soups, and microwave macaroni and cheese. The microwavable foods work well since, according to one of our guests, the convenience store near us allows them to heat their meals there. We supplement these with breakfast bars, small fruit cups, cheese crackers with peanut butter, small containers of peanut butter, individual servings of cookies, and fruit snacks. We work to always have water and other drinks to include in each sack.
Because eating utensils are not available to many of our friends, we have asked our church family to collect those from their takeout meals, so a handful of forks, condiments, and napkins are included in each bag. We also include toilet paper, paper towels, and individual wet wipes. Small bottles of hand sanitizer are also included, as well as hotel-size toiletries, toothbrushes, and toothpaste. Several church family members bring paperback books and puzzle books to add in some entertainment items.
This is far more than just giving away leftover items from our own pantries. Taking time to talk with the friends we serve has helped us to supply their individual needs. Each month in our monthly newsletter, the list of needed items is listed, and our shelves are always stocked. We provide 15-20 bags of food per month. Our friends have learned that as long as at least one person is at the church, there is food for those in need.
La Villa de Babilonia en Long Island, New York, es notoria por ser un lugar seguro, amigable y hermoso para habitar. Babilonia es la costa del sur del condado Suffolk en Long Island, haciéndola así en un lugar bien popular durante las vacaciones de verano, pero el área del centro pone en despliegue restaurantes de lujo, un teatro histórico, al igual que bicicletas que mantienen a la gente oriunda de la zona y a los visitantes ocupados todo el año. La Iglesia Episcopal de Cristo ha surgido entre las casas de múltiples pisos y pintorescos parques desde 1930.
En retrospectiva, Diane dice que el conocimiento que el equipo ha reunido de esa consulta y debate iniciales dentro de la comunidad fue invaluable para el ministerio. Los miembros de la comunidad tenían una plataforma para discutir desavenencias, y los voluntarios fueron capaces de conseguir soluciones sin menoscabar la integridad del ministerio. Esto fue vital para el equipo a la hora de realizar su trabajo porque podían escuchar atentamente las preocupaciones de las personas afectadas y responder de manera acorde. Este método de escuchar los retos e implementar soluciones concretas es ahora un elemento fundamental para el trabajo de “Nutriendo a Babilonia.”
La Iglesia Episcopal de La Gracia en Muncie, Indiana, ha sido ubicada en el sureste del Centro de la ciudad de Muncie por los últimos 140 anos. A través de los años, el área alrededor de la Iglesia ha cambiado, y la Iglesia de La Gracia también, tras participar en varios proyectos vecinales y al generar muchas iniciativas de voluntariado, incluyendo su programa de alimentación, la “Gracia que Alberga”, la cual comenzó en el año 2008. Antes de la Pandemia, sirvieron más de 100 comidas caceras todos los domingos. Cuando la Pandemia empeoro, no fueron capaces de continuar administrando dichas comidas en persona, pero ello no se interpuso en la repartición de estas. Los voluntarios entregaban una ración de comida cacera cada domingo en un saco el cual incluía un emparedado para ingerir en horas posteriores como merienda, al igual que una botella de agua para su hidratación debida. El promedio era de alrededor de 70 comidas por semana y para ello se necesitaba un personal de seis a diez voluntarios ayudando todos los domingos. El Reverendo y Doctor Paul Jacobson, el rector de la iglesia, cree que la reapertura de la parroquia para la comunidad es el trabajo más importante que la parroquia efectúa.
Nuestra iglesia está pasando por cambios. El primero de ellos es que nos estamos adaptando a estar en el medio de una pandemia, y el siguiente de los cambios, es que pasamos por un proceso de transición para darle la bienvenida a la nueva sacerdotisa. Nuestra nueva sacerdotisa apoya el ministerio de Mujeres de la Iglesia Episcopal y conmina al comité del Obispo junto al Grupo de Mujeres de la Iglesia Episcopal a continuar en la búsqueda mas allá de la misma iglesia para servir a la comunidad y sus necesidades. El Ministerio de Mujeres de la Iglesia Episcopal consiste en un grupo pequeño de mujeres dedicadas a esa tarea de manera exacta.
Our church is going through changes. The first is that we are adapting to being in the middle of a pandemic, and next, we are going through a transition period of welcoming a new priest. Our new priest supports our Episcopal Church Women ministry and urges our Bishop’s Committee along with our ECW to continue to look beyond our church walls to serve our community in its needs. Our ECW ministry consists of a small group of dedicated, caring women who do exactly that!
La compañía “Cornerstone Kids” ha servido a la comunidad de “Tampa Heights” por 38 años. Comenzó a fungir como “Cornerstone Club” en el año 1984, fundada por el Reverendo Bruce Caldwell, quien fuera el rector de La Casa Episcopal de Oración. Su intención fue la de proveer un lugar seguro para los niños en la zona menospreciada de “Tampa Heights” para su entretenimiento y el poder evitar la negatividad del vecindario en cuestión. El Club fue financieramente apoyado por la iglesia y operada de manera exitosa dos o tres días a la semana por largos años.