Escrito por Lisa Bortner
Mientras maniobramos a través de los tiempos Post-COVID, nos encontramos con el hecho de que muchas iglesias han perdido la membresía de feligreses y la están pasando mal. Sin embargo, en la Iglesia Episcopal de San Marco en Austin, Texas, lo opuesto ha pasado. La iglesia ha florecido a pesar de la pandemia. El Padre Zac Koons le da el crédito al aumento de los asistentes a la acción del Espíritu Santo y la economía. Escuchemos directamente del Padre Zac sobre el cómo se llevó a cabo esta transformación.
¿Cuándo asistió a la iglesia de San Marco en Julio de 2018, acaso creía que Dios le estaba llamando para atender ciertos problemas? Una de las razones por las que yo me sentí atraído a la iglesia de San Marco fue el hecho de que no era una iglesia que hacia proselitismo de problemas. Hay iglesias que vociferan acerca de problemas políticos, y el hecho de que la iglesia de San Marco no se caracterizaba por ello, me atrajo mucho. San Marco es una iglesia de la gente para la gente.
¿Anticipo que el incremento de feligreses seria en grandes cantidades? ¿A que le atribuye el crecimiento? La respuesta fácil yace en que existen varios factores económicos ayudaron a la iglesia de San Marco. La ciudad de Austin es una de las ciudades con mayor crecimiento en la nación. Aunado a ello, la iglesia está ubicada en un vecindario que está muy bien ubicado. Dicho esto, con estos dos factores en cuestión, la gente se siente atraída, y nuevos feligreses se traduce en más niños.
Mi primer trabajo fue analizar mi alrededor que estaba compuesto de personas que ya estaban congregadas en la iglesia, pero también la comunidad en derredor a la misma. Ha habido muchos cambios en la comunidad en donde la iglesia está ubicada, y podemos ver dichos cambios como amenazas u oportunidades. Podemos erigir paredes o abrir puertas. Yo vi crecimiento en la comunidad y sentí que teníamos que convertirnos en un lugar hospitalario a esos cambios. El reto, por supuesto, es el no perder nuestra identidad que nos ha traído al lugar donde estamos hoy en día. Sin duda, ha sido una tarea ardua de balancear. En lo que a mí respecta, los últimos cinco años han estado compuestos de intentar mantenernos fieles a nuestro carácter heredado de este lugar, y a su misma vez no oponernos a los cambios. Estamos plantados en este vecindario. Nosotros estamos encomendados con el amor al prójimo. ¿Y qué mejor manera de amar al prójimo que el darle bienvenida a la comunidad de nuestra iglesia?
Cuando arribo a la iglesia de San Marco me pareció que puso mucha energía en formar una escuela dentro de la iglesia. ¿Acaso es cierto? Eso fue una gran parte. Fue muy claro para mí el hecho de que la iglesia y la escuela debían tener una relación estratégica para la supervivencia de la iglesia. La escuela estaba en carestía debido a como el vecindario venia cambiando. La escuela era pequeña, similar a una pequeña escuela parroquial, que de repente se convirtió en un destino deseado lo cual fue consecuencia de la población en su totalidad. De repente la demanda por la escuela en esta parte de la ciudad exploto. Todos nos conocían. (Por supuesto que hay algo en la apariencia de ser un sacerdote joven, lo cual es inusual para la población y eso también trabaja a tu favor. Estoy consciente de eso.)
Cuando llegue, había tres familias con niños pequeños y eso fue la más difícil. De no haber tenido a estas familias hubiera sido difícil el haber llegado a ese lugar de éxito. Es bien difícil reclutar a las primeras familias ya que ellas tienen que estar de acuerdo de enviar a sus hijos a una escuela sin niños. Cuando ya tienes eso, entonces tienes algo con lo que construir porque otras familias se deciden a visitar por primera vez con sus hijos y dicen, ¿“Oh veo que también tienen niños-Porque no se convierten en amigos? Porque esto es lo que buscamos cuando vamos a la iglesia. Queremos estar en un lugar donde no nos sintamos solos. Queremos ser conocidos. Y la iglesia es un lugar maravilloso para crear relaciones intergeneracionales y amistades en diferentes etapas de la vida, pero ello no es lo primero en la lista de deseos. Ellos empiezan a conocer personas parecidas que están en una situación similar.
¿Como pudo la Iglesia de San Marco celebrar el servicio de las 9:00 am afuera en la intersección más concurrida? ¿Fue algo estratégico o El Espíritu Santo? Creo que fue una combinación de ambas cosas. Casi nunca estoy en lo correcto cuando dependo en mi propia inteligencia, pero tampoco debo decir que no pase horas enteras ideando lo que se debía hacer. Lo que fue de verdad duro durante la Pandemia de COVID-19 fue la epifanía de no íbamos a poder complacer a todos. Estábamos literalmente en la oscuridad imaginándonos como estaba la gente o como se sentían. Por supuesto, no estábamos viendo a muchas personas. Estábamos tratando de tomar decisiones sin la información necesaria que conllevara a tener feligreses en la iglesia los domingos.
Creo que fueron un par de cosas. Hay por lo menos dos que nos llevaron a organizar la versión de la iglesia en las afueras. Una fue la Pandemia del COVID-19 cuyo mensaje existencial afecto a todos por igual. Muchos de nosotros nunca nos hacíamos preguntas profundas y vivíamos distraídos. “Me voy a morir algún día, ¿qué significa eso? Me voy a morir algún día, y basado en lo mencionado, ¿estoy pasando mis días como de verdad me gustaría vivirlos? De verdad que nos hizo reflexionar, y lo primero que hace la gente cuando eso pasa es que van a la iglesia y se vuelcan a Dios. Cuando estas agobiado, te aperturas mucho más a la existencia de Dios que cuando estas en la oficina día tras día. Entonces, si creo que hubo un interés mayor por lo trascendente debido a la Pandemia de COVID-19.
Simultáneamente también existió un miedo de estar dentro de un recinto rodeado de personas. Y, por ende, pensamos, ¿porque no lo hacemos afuera? Yo creo que la razón que queríamos hacer algo afuera con un toque familiar fue porque por medio de la guía del Espíritu Santo y discusiones de ideas con mi personal, concluimos que esta oportunidad se prestaba para hacer algo diferente. ¿Empezamos por hacernos la pregunta, “Como Podemos aproximar la idea de una iglesia que funcione en las afueras? ¿Y terminamos por preguntarnos, “Cuales son las ventajas de una iglesia que funcione afuera en vez de adentro? La respuesta principal es que una iglesia en las afueras puede absorber el caos de los niños de una manera más efectiva. Y para las personas que sentían temor de congregarse dentro de una iglesia, fue una alternativa mucho menos intimidante.
Vivimos en un momento cultural dentro de la historia de la iglesia, en el que la mayoría de la población de Austin, Texas no se identifica como religioso, pero, aunque el individuo no se identifique como religioso, la gran mayoría de nosotros tenemos una historia de religiosidad, lo cual es un indicativo de que tenemos heridas causadas quizás por la Iglesia o la religión en general. Tu no vas a la iglesia de la misma manera en que asistes a un restaurante nuevo. Es fundamentalmente otra cosa. Si tú decides asistir a un restaurante nuevo, tu enceuntras en la internet a ver si la comida y el lugar lucen bien, y si tiene comentarios positivos. Basado en esta información, tú puedes entonces tomar una decisión en 2 minutos o menos. Pero ir a la iglesia es totalmente diferente. Para asistir a la iglesia tienes que confrontar tu pasado y decidir si vale pena o no reavivar las heridas nuevamente.
Conlleva un coraje tremendo para muchas personas el entrar nuevamente por las puertas de una iglesia porque cargan consigo mismos sus heridas, lo cual también baja el standard para poder ser un miembro de ella. Coraje es lo que se requirió de estas personas para visitarnos durante un tiempo de gran tribulación, pero también pienso que a medida que estas personas buscaban en línea por una iglesia, mientras tenían un despertar espiritual con la tragedia de la pandemia, empezaban a decirse, “Quizás es el momento adecuado para regresar a la iglesia” Y muchos de ellos se decidieron por nuestros servicios porque se llevaban a cabo en las afueras, y no dentro de un recinto. Lo antes mencionado, era la versión menos intimidante en el menú espiritual, así que empezaron con ello.
Obviamente cuando arribo como Pastor a San Marco ya estábamos establecidos como una iglesia. Estábamos creciendo de manera ascendente, especialmente con familias jóvenes. ¿Anticipas que eso continuara? Antes la iglesia de San Marco era fiel, pequeña, una iglesia del vecindario. Ahora vislumbro, espero, que continuaremos siendo una iglesia fiel, pequeña, y del vecindario. Hay un antiguo rompecabezas filosóficos llamado el barco de Theseus. La pregunta filosófica es: Imagina que tienes un barco de madera desde Inglaterra a América, y camino a tu destino cambiaste todas las tablas de madera. ¿Acaso es el mismo barco? Yo creo que la iglesia es como el barco de Theseus. Una comunidad siempre en movimiento y la gente que forma parte de ella cambia con el pasar del tiempo. Pero sigue siendo la misma comunidad. En conclusión, es una comunidad en movimiento, pero anclada a un lugar geográfico especifico.
Estamos en el negocio de ofrecer Servicios Divinos Dominicales y programar cosas alrededor de ellos. No tenemos que reinventar la rueda. Solo tenemos que ser una iglesia. Solo tenemos que ser fieles a la comunidad en derredor, y gracias a que la comunidad es cambiante, actualmente estamos en transición, más personas uniéndose que en el pasado, pero también pienso que, dentro de cien años a partir de ahora, miramos en retrospectiva como la iglesia de San Marco lidio con dichos cambios de una manera excepcional, lo cual va a ser positivo. La otra alternativa única que tenemos es la de aislarnos como comunidad. Que de una manera u otra terminara en el hecho de todos moriremos, y a raíz de eso, venderíamos a iglesia en Facebook tras haberla cerrado. Ninguna iglesia quiere eso. Toda iglesia, cuando se le presenta con estas opciones, quiere persistir y crecer.
La pregunta crucial es: ¿Puede la iglesia soportar las heridas que traerán el inevitable cambio para el bien de esa comunidad? No es mentira decir que ha habido muchos cambios a la iglesia de San Marco desde que llegue, pero yo me considero el agente del cambio. El cambio ocurrió porque la comunidad en su totalidad estuvo dispuesta a cambiar y a amar. Mi trabajo es el de estar en medio de la tormenta y amar a todos los que están a mi alrededor. No soy un líder profético. Todo yace en levantar tu dedo en el aire, y ver hacia donde sopla el Espíritu Divino.